miércoles, 1 de octubre de 2008

GH 10: GALA DOS

Parece que la décima edición del concurso tiene un único objetivo: poner a prueba la paciencia del concursante Carlos Fernández, sufrido marido de Gema. Si esta semana el público tiene a bien echar a la puta calle a la auxiliar de vuelo ultrasur, erigiendo a Iván como concursante de pleno derecho de Gran Hermano, España habrá conseguido que el pobre calamidad tenga que compartir a su esposa con los tres tíos más buenos de la presente edición; y sin poder decir además “este culo es mío”, porque sino lo expulsan de forma inmediata ¿Acaso pueden ir las cosas a peor para Carlos F.? Por desgracia para él, sí.
En la presente edición, sólo diez concursantes llegarán a la recta final y tendrán opciones de ganar el premio. Por ahora son ya cuatro los ocupantes de la casa deluxe; cinco si contamos a Iván como seguro. Por tanto, únicamente quedan otras cinco plazas por cubrir. Imaginemos que las copan los siguientes participantes:
1) El striper Julito, y su afición desmedida por el olor a coño.
2) Palomares, que está deseando callarle la boca a España entera demostrando que es hetero.
3) Almudena, la atractiva joven de 1,29.
4) Mirentxu; jubilada de cuerpo y alma.
5) y esa cosa de Ana Toro.
De desarrollarse así el programa, o de forma parecida, está claro que toda la testosterona acumulada en los genitales de los cinco concursantes masculinos tendrá una meta clara: cubrir hasta las orejas con semen incandescente el cuerpo de perra-fibrosa de la charnega. No me extrañaría nada que este año cariacotenciéramos ante el primer bukake emitido en directo por una televisión de las llamadas generalistas. Al pobre Carlos le queda menos tiempo de estabilidad conyugal que pelos en la cabeza.



Julito no piensa respetar ni las uñas de los pies de Gema. Tiempo al tiempo.



El resto de la Gala. Tedio, tedio y más tedio. Palomares, hasta que no la lie parda, no sirve de nada; no existen personalidades extremas a las que agarrarnos una vez expulsados los prometedores Germán y Eva; y en general veo reinar una armonía que me aburre sobremanera. Lo único interesante de esta edición, aparte del calvario de Carlos, ha ocurrido a varios kilómetros de la casa, en concreto en todos los kioscos de nuestro país, ya que no hemos tenido que esperar a las tediosas negociaciones de inteviu para poder verle las cachas a la concursante más jamona de Gran Hermano 10. Gisela ya posó para la revista antes de entrar a la casa. Un punto positivo para la canaria. Ahora que ya tengo la revista, su presencia en la casa me parece una anécdota, por mi la pueden tirar a la puta calle en cuanto quieran.

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