La trágica muerte de Heath Ledger trajo a mi memoria el único título que creo que yo y el resto del mundo libre hemos visto de toda su filmografía, me refiero a Brokeback Montain. Aquella película me pareció harto interesante porque exponía, como ninguna otra, lo difícil que resulta no liarse con algún compañero de trabajo o estudio. Cuando los seres humanos están obligados a relacionarse, y con ello emplear espaciosas jornadas de tiempo unos al lado de los otros, los posibles parapetos que establecemos en un primer momento, llámense fealdad, religión, ideología, raza, o tendencia sexual, que impiden que te lances sobre tu igual empuñando un miembro vibrante y eréctil en aras a la consumación del placer de la carne, comienzan a diluirse jornada tras jornada. Con ello llegamos a la constitución de las parejas más disímiles y heterogéneas que uno se pueda llegar a imaginar, relaciones que la sociedad rechaza al unísono, que resquebrajan todo lo establecido. Me gustaría ilustrar esta teoría con unos cuantos y claros ejemplos de relaciones imposibles que surgieron a la luz de las velas del débito laboral:
Lotita y Juan y Medio: La mayor de los Flores y el hombre de la barba imposible presentaron en las cadenas autonómicas un programa nostálgico-musical. Él no cesó durante el año de emisión que duró el espacio de faltarse con la hija de los Flores, sabedor como era, de que tenía ya a media familia enterrada en el cementerio de la Almudena. Yo no paraba de pensar cosas como: “con el clan medio desecho así cualquiera”, o, “si el Pescailla tuviera cinco años menos igual tenías huevos de soltarle tamaña lindeza”; pero para mi sorpresa, entre la mujer sin caderas y el artista más indefinido de la historia de la farándula surgió el romance. Una vez encendida la llama del amor, pasó lo que pasa siempre que se mete la polla donde tienes la olla: se desatiende la tarea encomendada. Al final ya nadie sabíamos de qué cojones iba el programa, ya que se transformó en una sucesión de tiradas de trastos y soltaditas de indirectas que sólo ellos entendían. La pareja rompió en cuanto Juan y Medio tuvo noticia de que por liarse con la matriarca del clan no se encontraba en disposición de desvirgar a todas las primas de 14 años de Lolita.
Parada y Chelo García Cortés: Un Brokeback Montain elevado a la enésima potencia. ¿Por qué alcores intransitados de la geografía periodística española tuvieron que pastar estos dos cowboys para acabar liados? ¿En la redacción de qué periodicucho recóndito y clandestino recalaron en su juventud para que naciera la pasión entre dos seres tan encontrados? Ella es seria, él guasón e imprudente, ella es recia, él blando como una línea de defensa Menottista, ella pretende ser urbanita, él es una folklórica, ella es él, él es ella como una doncella.
Almodóvar y Fabio McNamara: Háganme caso. Sólo tienen en común su amor por los rabos. Por lo demás estaríamos ante el claro ejemplo de “el interés hace el cariño”. Desde aquí manifestar que, al contrario de lo que pueda parecer, fue Almodóvar quién utilizó a Fabio y no al revés.
Santi Acosta y su mujer, sea quién sea, y esté como esté: El nieto de Frankenstein se acabó liando con la directora del Salsa Rosa. Santi sólo podía encontrar novia en el curro, está claro. Sus tardos y pesados movimientos, su nula capacidad oratoria, su abollada forma craneal, su cuerpo atolondrado, su mirada de niño burbuja, su rechazo al gusto público, son elementos que a cualquier fémina tirarían de espaldas a la hora de recorrer el camino hacia el altar de la mano de este terrorista del canon grecolatino. Por el bien de la humanidad, ¡reducción de la jornada laboral, ya!
EN LA FOTO VEMOS A CHELO Y PARADA EN LA COLA DE UN CONCIERTO DE LUIS MIGUEL.
4 comentarios:
¿Y María Escario y María Teresa Fernández de la Vega?
La foto es sobrecogedora. Mándasela a Iker.
¡Vive Dios! ¡Por fin! Gracias...
Perdono el abuso de subordinadas, lo demás.. todo MAGISTRAL, por fin encuentro un sitio donde leo lo q m gusta leer. Más, más, quiero más...
me acabo de enterar de la existencia de tu blog, maestro. el párrafo de santi acosta no podría ser más acertado. respecto a lo de juan y medio, dicen que compartía cotijo y suripanteras con bertin, pero en la tele siempre lo veo con niños y ancianos. inquietante. te pongo un link en mi blog, con tu permiso.
Publicar un comentario