Hoy he suspendido de nuevo el práctico del carnet de conducir. Me jode por la pasta y por volver a vivir las inevitables tensiones que preceden al examen; aunque, sobretodo, lo que me deflagra las entrañas es tener que sufrir, dentro del coche de la autoescuela, cinco sesiones más de conversaciones regidas por los lugares comunes, donde el manido tópico parece gobernar el sentido de todos los que participamos en ellas. Os juro que si tengo que volver a someterme a alguno de los siguientes discernimientos, me lanzo en contradirección y que sea lo que Dios quiera.
Justificar todas esas guarradas que comen en oriente arguyendo que nosotros comemos caracoles. ¡Será lo mismo comparar tamaño manjar con esas gárgolas crujientes que son los saltamontes o las avispas acarameladas! Se supone que el secreto de los caracoles, lo que les permite conmutar de asquerosas babosas a pitanza divina, es ese antes y después que se produce tras caer sobre ellos la mano experimentada del hombre. Bien cocinado, el caracol mejora en textura, apariencia y hasta me atrevería a decir que en velocidad y estado de ánimo. Pero esos insectos que comen los camboyanos tienen aún peor pinta en el puesto del mercado que cuando campan a sus anchas por glebas y ejidos; están el doble de tiesos, con esa espesa capa de rebozado que soportan, y teñidos en unos colores vivos que incrementan con saña su apariencia de producto repulsivo e inmundo. Me niego a probar esas roñas y a que se las asemeje con nuestros inmejorables caracoles.
Decir que la bebida buena no deja resaca. Una de las mayores mentiras a las que se enfrenta la humanidad. Esta patraña tan sólo la pueden defender quienes no han pillado una mona de Glenfiddich, por poner un ejemplo, en su puta vida.
Asegurar que los chavales de hoy en día son unos analfabetos integrales y no tienen ni puta idea de nada. Cada nueva generación ha desdeñado el sistema educativo al que se somete a la generación inminente, confundiendo en la mayoría de las ocasiones la falta de madurez congénita del bachiller con ignorancia y falta de instrucción. Bastaría que cada uno echásemos una mirada atrás a nuestra generación para darse cuenta de lo ceporros que éramos a esa edad. Y como ejemplo un botón: yo me enteré que Gibraltar estaba en la Península y no en Ceuta al entrar en la facultad. A ver quién supera esto.
Anunciar sin ninguna fisura que el año que viene montarán IKEA VALENCIA o asegurar todo lo contrario, poniendo como excusa que el sector del mueble valenciano presiona a la Generalitat para que eso no ocurra. Y que más dará, pienso yo. Si quieres convertir tu casa en los decorados de cualquier sitcom patria tampoco pasa nada por irte a Murcia en furgoneta. Miles de familias gitanas realizan el mismo viaje a diario para robar media docena de pimientos y no se les caen los anillos (de oro) De hecho, en ciudades como Los Angeles esa es la distancia mínima que tienes que recorrer para tomarte un café en un restaurante donde no te metan un tiro, así que siempre podemos consolarnos.
En contestación a la pregunta que titulaba la entrada de este blog, tengo que responder que sí, Tim Burton es muy hijo de puta.
3 comentarios:
JAJAJAJAJA, ya he oido de todo respecto al Ikea, que sí, que no, que caiga un chaparrón... tanto me da, yo ya tengo fichado el de Murcia y oye, tan ricamente, una se queda así, así cuando le explican algo en panocho pero bueno, es lo que tienen salir al extranjero (del universo Camps) pero tampoco es para tanto...
Joder, voy a pensar que ahora os dan mucho tute en el práctico, aunque lo mío fue de órdago, lluvia, autobuses, niños y madres entrando al colegio... pero estuve bien, 9/10, doble pirueta y aprobé. änimo pa los restos, a soltar los lebros y a pagarte el aprobado, que eso no ha cambiado.
Lo de Gibraltar no tienen nombre, yo hasta los 12 o así llamaba al sobaco, SOPACO, ya ves tú, debo tener un problema de audición que me hace confundir labiales por palatales y perder algunos graves, qué se yo, a ver si me instalo un dolby surround, jajajajajaja
ése es el niño MURCIANO de la katana no? debió ser vecino de la infanticida de Santomera o ese que hace poco decapitó a su madre y la paseó por todo el pueblo de noche dándole besos, por favor, IKEA EN VALENCIA YA!!!!
y no veas los fajos de billetes que sacan los gitan boys en el mercadona los sábados (el gitan day), es que los pintones royos robaos dan para mucho.
Ah! se me olvidaba, vine para comentarte que hay 6 grados de separación entre Sisa y tu: pasando, por él, Serrat, Serrat con amigos, plataforma PAZ, plataforma anti Paz y Sgae he llegado a
http://es.youtube.com/watch?v=p1Paiz_ydzw
japi güiken, teik quer!
Debo felicitarle por el su blog, don Matemático.
Puede tomar como cierto que vengo a menudo por aquí, si bien hasta ahora no me había decidido a dejarlo ningún comentario.
Comparto la opinión sobre Tim Burton. Para contentar a sus contertulios aspirantes a conductores utilice el siempre eficaz "eso es como todo".
José Rabadán y su particular "Final Fantasy".
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